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Privacidad online: ¿borrar tu rastro o dejar pistas falsas?

¿Cuál es la mejor manera de proteger la información que generamos en Internet?

Es un tema recurrente. La privacidad online. No siempre somos conscientes de ella, de cómo nuestros datos personales o nuestros hábitos de navegación están expuestos en Internet.

Cada poco tiempo surge de nuevo el debate, en especial cuando alguna empresa tiene una brecha de seguridad y las contraseñas o información de cientos de usuarios aparecen en foros o grupos de noticias cuyo propósito es vender esos datos al mejor postor.

Recientemente, la protección de la privacidad online ha vuelto a la palestra por la polémica decisión de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que el pasado mes de marzo aprobó una ley que permitirá a las empresas de telecomunicaciones (o proveedores ISP) comercializar con la información de los internautas.

¿Qué significa esto? Que cualquiera, empresa o particular, puede comprar a los proveedores de Internet estadounidenses datos de sus clientes sin su consentimiento. ¿Qué datos? Historial de búsqueda, aplicaciones descargadas, qué dispositivos usan para conectarse, durante cuánto tiempo, etc.

La privacidad, un tema delicado

Piénsalo. Una cosa es que desde tu ordenador accedas a cierto contenido en Internet y luego borres el rastro vaciando el historial de búsqueda y de navegación, borrando las cookies, etc. Pero tu proveedor de Internet tiene esa información incluso si estás navegando con el modo seguro o modo incógnito.

Antes de esta ley, en Estados Unidos los proveedores de Internet solamente podían acceder a esa información de sus clientes con su aprobación previa. Ahora no la necesitan.

Esta ley sienta un precedente nada tranquilizador para el usuario y da que pensar si se extenderá a otros países

Si vives fuera de Estados Unidos estás a salvo. Tu proveedor, en principio, no comparte tu información generada como cliente. Y, por otro lado, esta ley no afecta a servicios con sede en EEUU como Facebook, Google o Twitter.

Sea como fuere, esta ley sienta un precedente nada tranquilizador para el usuario y da que pensar si se extenderá a otros países por imitación. Tener acceso a los datos de usuarios de Internet es muy apetitoso, pues permite afinar la puntería con las campañas publicitarias y con el lanzamiento de nuevos productos.

A raíz de esta noticia surge una gran pregunta: ¿cómo podemos proteger nuestra privacidad online? ¿Cómo evitar que nuestro ISP o proveedor de telecomunicaciones guarde constancia de nuestros hábitos y usos de internet para luego venderlos?

¿Silencio o ruido?

Hay dos maneras de enfocar la protección de la privacidad online. Ocultar nuestros hábitos, mantenernos en silencio o todo lo contrario, dejar pistas falsas de nuestra navegación haciendo todo el ruido posible para que los datos resultantes sean inservibles.

Normalmente, cuando hablamos de privacidad damos soluciones enfocadas a no mostrar nuestros datos. Por ejemplo, recomendamos el uso del protocolo HTTPS porque cifra el intercambio de información entre nuestro navegador y la página a la que accedemos.

Otra solución habitual es recomendar el uso de VPN. Navegadores como Opera integran esta función y hay disponibles muchas soluciones VPN, gratuitas y de pago, para navegar de manera anónima desde nuestra computadora o desde dispositivos móviles.

En relación con la tecnología VPN, también se suele recomendar el uso de navegadores que hacen hincapié en la privacidad. El más popular es Tor pero hay otras opciones a considerar, como Epic Privacy, Comodo Dragon o Avira Scout.

Todas estas medidas, por descontado, tienen que venir acompañadas del sentido común, en especial cuando hablamos de redes sociales, donde si queremos proteger nuestra privacidad deberíamos compartir lo mínimo posible.

Hacer ruido para despistar

Como comentaba antes, el silencio suele ser la principal solución que dan los expertos en seguridad cuando surge la necesidad de proteger nuestra privacidad online. Pero al otro lado hay una solución alternativa que también tiene sentido: dejar pistas falsas.

Cuando se trata de borrar el contenido de un disco duro, solemos formatear esa unidad una vez. Pero cuando usamos sistemas más avanzados como herramientas profesionales, estas suelen reescribir datos en el disco. Es más, el Departamento de Energía de Estados Unidos tiene como estándar reescribir tres veces para eliminar datos en unidades de almacenamiento magnéticas, como es el caso.

Siguiendo el símil del borrado de discos duros, ¿por qué no saturar con datos falsos en vez de evitar que se difundan?

Con esta idea surge Internet Noise, una web que, tras pulsar un botón, toma control de tu navegador para abrir pestañas nuevas con contenido aleatorio.

El propósito de Internet Noise es protestar por la comercialización de los datos de navegación de los internautas estadounidenses.

Su responsable, Dan Schultz, advierte que su herramienta no nos aportará más seguridad a nuestra privacidad online. En todo caso despistará a anunciantes al alterar nuestro hábito de navegación.

Es más, el propio Dan Schultz recomienda proteger nuestra privacidad online con HTTPS Everywhere, Privacy Badger, Tor y/o VPN.

Básicamente tienes que pulsar en Make some noise para activar Internet Noise, dejar que haga su labor mientras no necesitas usar tu ordenador y, cuando debas acceder a él de nuevo, puedes parar la herramienta con el botón Stop the noise.

La utilidad o no de Internet Noise dependerá de la sofisticación de las herramientas de análisis de hábitos de las empresas interesadas en conocer tendencias y preferencias personales. ¿Visitar páginas al azar les despistará o los algoritmos que utilizan son capaces de discernir entre una página abierta por accidente y una navegación lógica?

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